
Los hidrófonos estan posicionados en varios puntos de los mares de Europa y Canadá y por medio de un algoritmo desarrollado por el equipo de André filtra los diferentes sonidos, permitiendo así identificar la fuente sonora que puede ser desde ballenas y delfines hasta las diferentes actividades que los seres humanos desarrollan como la pesca y pruebas sísmicas, entre otros.
Según la página web “Para los oceanógrafos acústicos, los sismólogos marinos y exploradores minerales, el sonido es la herramienta más poderosa de teledetección disponible para determinar la estructura geológica de los fondos marinos y descubrir reservas de petróleo y de gas muy por debajo del fondo marino.”
Con LIDO se espera descubrir si los sonidos generados por la población humana interfieren en la comunicación de estos animales marinos o si causa algún daño físico en ellos.
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